miércoles, 27 de mayo de 2015

UN PUNTO DE VISTA SOBRE COMPROMISO… por Gazú García Mendoza, Insight Perú

¿A qué nos referimos cuando hablamos de Compromiso?; ciertamente no buscamos una definición en el aspecto teórico, hay muchas ahí, sino en el aspecto netamente práctico; en nuestro día a día, ¿a qué le llamamos Compromiso?.

En su entendimiento más práctico, podemos hablar de la disposición a hacer lo mejor que puedo hacer, más allá de si tengo ganas en el momento; la definición habla por sí misma, ¿no crees?. Si buscamos en la naturaleza humana ejemplos claros y contundentes de esto, fácilmente los podemos encontrar en aquellos que se encargaron en algún momento de traer una vida a este planeta.
En líneas generales, papás tienden a demostrar el mayor nivel de compromiso de manera natural, están dispuestos incluso a dar su vida por la de sus hijos, están dispuestos a levantarse las veces que sean necesarias en la noche para atender a su bebé, no importa lo cansados que estén, no importan las veces que sean, lo harán; y no simplemente lo harán, ¡lo harán bien!, revisarán el pañal dos veces para asegurarse de que “nada se salga” y el trabajo esté bien hecho.



¿Cuál es entonces el gran secreto del Compromiso que mayormente experimentamos quienes hemos tenido la bendición de ser papás?, uno muy simple y sencillo, elemental y básico: El secreto es AMOR, incluso más que amor, es AMAR (amor puesto en acción). ¿Te has dado cuenta cuánto compromiso experimentamos y ponemos a nuestra disposición cuando amamos?, ¿has tenido la experiencia de amar lo que estás haciendo?, ¿algún momento en particular?, ¿alguna persona?, ¿cómo te fue con eso?, de seguro hubo más entusiasmo y motivación para hacer las cosas aunque éstas no te gusten mucho, en otras palabras, la disposición a hacer lo mejor que puedo hacer, más allá de si tengo ganas en el momento, es decir, ¡COMPROMISO!. Si podemos poner amor en movimiento mayor garantía tendremos de que estará presente el compromiso; dejemos de lado el amor y será más difícil experimentar el compromiso que queremos en nuestra vida y en nuestros proyectos.

¿Y para qué quisiéramos comprometernos?, ¿para lograr aquello que queremos?, ¿y eso qué es?, ¿lo sabemos?. Un punto importante para aplicar compromiso es que aquello que quiero tener, hacer y/o ser en mi vida necesita estar claro. Uno de los grandes problemas de nosotros, adultos, es que vivimos el día a día y nos hemos olvidado de aquellas cosas que nos motivan, que nos inspiran, aquellos grandes propósitos que alguna vez nos movieron. Albert Einstein lo puso de manera fantástica hace más de 60 años: “Caracteriza en mi opinión, a nuestra época, la perfección de medios y la confusión de fines”; si olvidamos por qué hacemos lo que hacemos, es mucho más difícil comprometernos con eso ¿no te parece?. Recuerda entonces, redescubre tus más elevados propósitos, y será más fácil amarlos y por consiguiente, comprometerte con eso.

En conclusión, si eres de los que quieres experimentar mayor compromiso en tu vida, en tus sueños y proyectos, con tu pareja, con tu familia, con tus amigos, con tus compañeros de trabajo, las claves son muy simples, y están a tu alcance: CLARIFICA lo que quieres y ÁMALO, pon tu amor en marcha en ese lugar.

Gazú García Mendoza

Tu poder Personal por Alicia Stephany. Insight Venezuela

Tú puedes impactar positivamente en tu vida.  Cada uno de nosotros es mucho más poderoso de lo que estamos acostumbrados a creer. Cuando trasladamos la responsabilidad o la culpa de nuestras circunstancias a terceras personas, a la situación, etc., estamos perdiendo nuestro poder personal. 

Una herramienta que te permite recuperar tu poder personal, es tomar conciencia de que tú puedes elegir tu actitud en cada momento.

Digamos que estás  en una situación desafiante: enojado, desilusionado, preocupado, etc. Si adoptas una actitud negativa y te pones a pensar en lo duro, injusto o peligroso de la situación, darás paso a los sentimientos heridos, la rabia, el dolor, etc. Muchas veces eso se convierte en un ciclo vicioso que se pone cada vez peor.

¿Qué puedes hacer?  Preferir una actitud neutral, aceptando que esa es la situación, revisar si hay algo positivo en la circunstancia que está sucediendo y explorar opciones para hacer algo distinto. 

En algunas ocasiones, no hay nada que puedas hacer con la acción externa, pero siempre puedes modificar tu ambiente interno.  Eso lo haces, pensando en otra cosa, dirigiendo tu energía hacia algo que te apoye más, enfocándote en lo positivo, etc.


La mejor forma de desarrollar esta habilidad, es practicarla. Quizás puedas comenzar por los pequeños detalles, las situaciones cotidianas, como por ejemplo: Si vas a una tienda y el vendedor no es cortés contigo, regálale una sonrisa. Considera que quizás está teniendo un mal día, enfócate en cosas buenas, piensa en algo que te guste, etc.  

Como no está en tus manos cambiar la actitud de otros, ¡enfócate en tomar una actitud que te apoye!