Es bien
conocida, difundida y hasta ciertamente lógica, la visión que Abraham Maslow (psicólogo
estadounidense (1908-1970) establece en
su pirámide de necesidades básicas. Coincido en un sentido primario desde ese
lugar, con la propuesta de la pirámide. Esto es básicamente lo que explica
Maslow: a través de sus experiencias y observación del comportamiento de
primates, dedujo que algunas necesidades básicas ligadas esencialmente a la
supervivencia, preceden a otras. Por ejemplo, si tiene hambre y sed, la sed
precede a la necesidad de comer. En este encadenamiento de ideas, se puede
jerarquizar este estilo de comportamiento.
Desde este lugar, cuando hablamos de básicas fisiológicas,
hablamos de respirar, comer, beber. Luego de seguridad y protección, para en el
tercer estadio entrar a la aceptación, la inclusión social y la filiación. Luego
pasamos al nivel del ego-reconocimiento (satisfacciones derivadas del
prestigio, poder, status), llegando al lugar de lo que uno es capaz para si
mismo: el desarrollo de nuestro potencial para dirigirlo a lograr nuestra
propia meta de vida.
Un punto de vista alternativo a esto puede
darse viendo esta pirámide en forma inversa. Según yo creo, hemos sido muy
educados y dirigidos a la idea de que primero tenemos que tener algo, para
luego poder hacer algo con eso y allí sentirme de cierta manera conmigo. Que
tal verla a la inversa? Que tal descubrir, reconocer y anclar quien
verdaderamente yo soy, para a partir de allí, hacer lo que hay que hacer, para
poder tener aquellas cosas que quiero tener? Tiene lógica también, solo que el
funcionamiento va en otra dirección: de adentro hacia fuera. Es plantearse:
Tener, hacer y ser, vs. ser, hacer y tener.
Los invito a pensar un poco en esa última dirección,
que no es ni mejor ni peor, apenas es diferente. La clave de esto es reconocer
que, detrás de cada cosa que queremos tener o hacer, hay una experiencia que
estamos buscando. Y esa experiencia, no necesariamente esta sujeta a que algo simbólico
lo sustente. Puede crearse de adentro hacia fuera.
Una invitación mas: si les gusta leer,
conozcan la obra de ViKtor E. Frankl (1905-1977). Psiquiatra y escritor,
profesor en la prestigiosa Universidad de Viena, y modelador de la Policlínica Neurológica
de Viena. Frankl estuvo cautivo en el campo de concentración de Auschwitz, y de
esa experiencia se extrae su libro “El hombre en busca de sentido”, origen de
lo que hoy se conoce como Logoterapia. Una experiencia que puede demostrar,
como esa pirámide antes presentada, se puede también invertir completamente:
Comenzar por quien verdaderamente soy (mi
propia plenitud, mi meta conmigo) para desde allí fortalecer mi propia estima y
valoración, que me permita sociabilizarme e incluirme, para a partir de eso sentirme
claro y seguro de ir por lo que quiero para mi. Solo piensen en eso y vean como
se siente adentro.
Una frase de despedida:
Quien
tiene un porqué para vivir, encontrara casi siempre el cómo.
Friederich
Nietzche
Hasta la próxima
German
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